jueves, 19 de mayo de 2011

De derechos y obligaciones.

#Acampadasol #spanishrevolution #notenemosmiedo #democraciarealya Sabéis a qué me refiero. De sobra. Unas protestas que si bien se están produciendo en España, se podrían llevar a cabo en muchos otros países desarrollados por el mismo motivo. Porque lo creamos o no, hoy día todos estamos en el mismo saco.

El saco. No sabría decir cuándo empezó a llenarse. Pero sí quienes. TODOS. Con nuestros derechos y obligaciones. Nuestro derecho a tener una vivienda digna, que últimamente si no se tasaba en unos 200.000€ no era lo suficientemente digna. Por no hablar de mi derecho, más que digno, a tener un coche con los 4 aros en el frontal. El derecho a voto, que como en las últimas elecciones nos iba todo tan bien, esos dos partidos contra los que ahora clamamos sólo se llevaron 21 millones de votos entre los dos. O el derecho de los italianos a renombrar al señor Berlusconi frente al gobierno. O simplemente el derecho a tener un iPhone o una Blackberry para poder twittear toda mi indignación, justamente contra lo que ha echo posible que pueda hacerlo. Nos guste o no es así.

Al fin, las obligaciones. La obligación de no alejarse del pueblo. De su pueblo. De sus votantes. La obligación de no aceptar nada a cambio de una licencia de obra. Ni siquiera unos trajes por muy bonitos que sean. La obligación de luchar por los ciudadanos que confiaron en ellos y no abandonarlos. Y de hacerlo día a día y no porque consigamos llegar donde queremos, asentarnos y no hacer nada. La obligación de ser demócratas porque es nuestro derecho. Y la obligación propia de ser más críticos, racionales y sensatos. No pensemos en un cambio radical con una manifestación. Pero si en un cambio.



Confieso mi confusión con el mensaje. Muchos les reprochaban no tener propuestas. Las tienen. Lo que me hace confundirme más aún. ¿No sería más fácil pedir un cambio, y no exigir que cambio queremos? ¿Eso sí es democracia? ¿O lo es pedir que no voten a un partido en concreto? Yo me manifestaría. Estoy descontento. Las cosas no van bien. Pero no es comparable con las revueltas de Egipto (estamos en una democracia, no en una dictadura) ni tampoco con Islandia (no son motivos ecónomicos para nada comparables). No por hacerlo somos más revolucionarios. Y no me manifiesto bajo unas consignas a las cuáles, si lo hago, apoyo. Deben ver que el pueblo ha hablado. Tienen la obligación de verlo. Dejemos que reaccionen. Es su derecho.

No creo que todo el mundo sepa las medidas que proponen como "Que se permita la dación en pago de las viviendas para cancelar las hipotecas." No estoy de acuerdo. Así tampoco funcionaría bien el sistema. Si no todo el mundo pediría un crédito sabiendo que si no lo pagan no pasaría nada. "Reducción del coste de matrícula en toda la educación universitaria, equiparando el precio de los posgrados al de los grados." y "Contratación de profesorado para garantizar la ratio de alumnos por aula, los grupos de desdoble y los grupos de apoyo." Éstas van juntas. No es suficiente con que tengamos el mayor índice de licenciados en Europa, que queremos más y gratis. Pagamos unos 1000 euros al año por algo que cuesta unos 5000 euros al estado al mes. "Prohibición de cualquier tipo de rescate o inyección de capital a entidades bancarias: aquellas entidades en dificultades deben quebrar o ser nacionalizadas para constituir una banca pública bajo control social." Sólo espero que el banco que quiebre sea de los que han echo esta propuesta. "Reparto del trabajo fomentando las reducciones de jornada y la conciliación laboral hasta acabar con el desempleo estructural (es decir, hasta que el desempleo descienda por debajo del 5%)." Seguro que todos los que se están manifestando están dispuestos a renunciar a la mitad de su jornada laboral. Seguro. Y por último. "Referéndums obligatorios y vinculantes para las cuestiones de gran calado que modifican las condiciones de vida de los ciudadanos." Entonces no votemos, si cada vez que vayan a llevar alguna reforma a cabo vamos a volver a votar, da igual que propuestas lleve en un principio un partido. Por no decir del gasto que eso supondría.

Andaba yo pensando, que me alegro de que el pueblo haya despertado. Aunque hoy día con las redes sociales todo se magnifique. No por poner desde tu trabajo #acampadasol eres un manifestante. Señores y señoras. Jóvenes. Indignados todos. Nos pusieron un caramelo y como niños lo cogimos. Lo desenvolvimos y lo chupamos tranquilamente. ¡Qué rico estaba! Pero resulta que el señor de la gabardina, del que siempre te dice tu madre que nunca aceptaras un caramelo, nos abrió el bolsillo y lo tenía lleno. "Qué suerte he tenido, ¡cuántos caramelos!" Resulta que los caramelos se han acabado y como buen niño engañado que nos sentimos, estallamos con una rabieta. El señor de la gabardina es una mala persona, eso ya lo sabíamos, y sabía que los caramelos no le iban a durar mucho ¿Pero no te avisaron de que no cogieras el primer caramelo?

No son ningún tipo de asociación, ni de partido ni nada, son gente que se han unido a proponer algo que es impensable en muchos casos, el caso es que la gente se ha dado cuenta de que hace falta un cambio dentro del sistema y se están quejando y eso es lo que cuenta. Yo me quedo con eso, o mejor dicho, me quiero quedar con eso.

domingo, 8 de mayo de 2011

Autocrítica.

"¿Cómo consigues que todo el mundo te haga caso? - Esopo tiene una fábula sobre el viento y el sol. El viento y el sol compiten para ver quién logra que un viajero se quite su abrigo. El viento sopla con fuerza y el viajero sólo se ajusta su abrigo. Pero el sol luce sobre él, más y más caliente, y el viajero se quita el abrigo. -¿Moraleja?- La ternura, la amabilidad y la persuasión ganan donde falla la fuerza.-"

Este diálogo, sacado de la gran serie Mad Men, es la manera que tiene una mujer de pedirle la chaqueta, no a un hombre cualquiera, a Don Draper. Así de fácil. Pero bien podría ser lo que se le debería pedir a los políticos. Y cuidado, a los ciudadanos.

El hecho. Que nadie se enfade por estas líneas. Solamente quiero recapacitar, hablar y opinar. Lo que quiero también de la gente. Autocrítica. Es periodo electoral. Algo que para muchos no significa nada, porque todos son iguales, y para otros tantos significa mucho, porque realmente no lo son. Evaluar el trabajo de cuatro años. Tanto en la presidencia como en la oposición. Y exponerse a los ciudadanos. Es celebrar la democracia.



Los pasos. Últimamente se llevan a cabo, en redes sociales y en la red en general, movimientos como "No les votes" o "Son los mismos, no les votes" o "No votes para rechazarlos" No podría estar en más desacuerdo. Ternura. No son los mismos. Nadie antes había recordado a nadie que le falta el cariño de su abuelo, muerto por el Franquismo. Amabilidad. Muy necesaria en éstos tiempos difíciles. Por parte de todos. Lo contrario es la crispación que quieren algunos y es lo que lleva a crear estos movimientos sociales. Estos pensamientos. Y la persuasión. Con la que lucharon durante cuarenta años nuestros antepasados, como lo hizo ese abuelo, como tantos otros ( ¡Demasiados! ), que no le pudo dar cariño a su nieto, para que el próximo día 22 podamos meter una papeleta en una urna, para ejercer nuestro derecho. Para nuestros derechos. Demasiado tiempo como para que ahora lo despreciemos. Autocrítica. Memoria. Voto.

La comunidad. Que no país. Se vota a nuestro presidente de comunidad. O presidenta, que con esto de la ley de igualdad no se puede discriminar, y menos a la oposición, que con las elecciones se ponen muy susceptibles. Si no, que le pregunten a Ana Pastor como se las gasta nuestra candidata por llevarle la contraria. ¿ O por decirle la verdad? Y a nuestro Alcalde. Que no alcaldesa. Aquí no hay discriminación (en Valdepeñas me refiero), aunque alguno piense la gracia fácil no seré yo quien la haga.

Andaba yo pensando, que son tiempos difíciles. Nadie desea esto, y sólo se arregla entre todos. La percepción es que la gente quiere un cambio. Son ocho años de gobierno socialista con la mayor crisis financiera de por medio. La mayor tasa de paro y algunas actuaciones discutibles mediante. Pero aquí entra la oposición. ¿Qué propone la oposición? ¿Qué alternativa da? ¿Qué habrían echo ellos? ¿Quién es el líder que nos tiene que guiar, si no sabe guiar a quienes ya le siguen? ¿De verdad queremos cambiar? ¿Autocrítica? Eso seguro que también nos lo ha prohibido Zapatero. La que está liando...