Debería actualizar esto más a menudo, que algunas veces descuidamos las cosas que nos importan.
Hoy os dejo la carta que redacté junto con la ayuda de mis primos a mis queridos abuelos en sus 50 años de casados. Les gustó que es lo más importante. Desde aquí volver a darles la enhorabuena y desearles todo lo mejor.
Queridos Abuelo y Abuela:
Hace ya 50 años, otra gente fue a vuestra ceremonia, en la que según contáis, consistió en poco más que comprar unos refrescos e invitar a vuestros familiares y queridos. Hoy nos juntamos vuestra familia, porque todos los que estamos hoy aquí, lo somos gracias a vosotros, y eso es lo único importante. Durante todo este tiempo habéis sido un matrimonio ejemplar. En lo malo y en lo no tan malo os habéis apoyado siempre el uno en el otro, superasteis las adversidades y tirasteis para adelante.
En vuestro 50 aniversario, los nietos hemos querido haceros algo especial, que aunque sean unas humildes líneas, esperemos reflejen todo lo que significáis para nosotros. Pese a que nosotros no hemos estado durante la mayor parte de estos años, nos habéis contado muchos recuerdos del comienzo. De cómo de duros fueron esos primeros pasos en el campo que incluso la abuela tenía que llamar a una tal Curra para que no detuvieran al Abuelo por buscarse la vida para comer un simple conejo. De cómo llegaron al mundo nuestros padres y lo duro que se os hacía hacerles trabajar, aunque alguno hoy día todavía piense que no, pero como se suele decir, “es que no quedaba otra”. De cómo por fin pudisteis comprar la casa en el pueblo, y dejar atrás esos paseos interminables en la burra. Y de cómo finalmente llegamos nosotros, una de las cosas de las que más orgullosos os sentís, de las que más dolores de cabeza os han dado pero que tanta dedicación creo que os ha merecido la pena. Poco a poco habéis creado esta familia, cada vez que reímos, discutimos, hablamos, jugamos a las cartas son recuerdos que nunca dejaremos ir.
Nuestra Abuela. Siempre tan atenta con nosotros, dispuesta a quedarse con sus nietos siempre y sin poner nunca una mala cara. Si por ella fuera nos tendría más tiempo allí a todos. Le gusta salirse al fresco en verano, y ahora está liada con sus manualidades que hace cosas muy bonitas para toda la familia. Siempre está ocupada con las cosas de la casa, que si fregando el portal, que ahora los pasillos, nunca para quieta. Ah! Y también le gusta estrujarnos la cara cada vez que nos ve. Porqué será que todos cuando hablan de la abuela, hablan de su comida. Que si las patatas fritas que tanto les gustan a Noelia y Roberto. O una simple leche con galletas lo ricas que las haces, si no pregúntale a Ángel y Carlos. Y por supuesto, lo más rico de todo, el arroz Bomba que por mucho que lo intentéis, nunca os saldrá como a la abuela. Aunque ahora se queje mucho de sus dolores, esperemos que Dios le de fuerza para seguir con esa vitalidad y energía que ya quisiéramos más de uno. Y por cierto abuela, no, por mucho que insistas, no quiero nada de postre, de verdad.
Nuestro abuelo. Un abuelo moderno donde los halla, siempre con su móvil a todas partes por si tiene que llamar a su Veni. Es la persona que conozco que más cosas dice sin abrir la boca. Le gusta recargar las pilas yéndose a andar por las mañanas para decirle buenos días a su amigo “El Gañán”. Luego se va al hogar a echarse la partida y se vuelve a casa a leer o a ver alguna película del oeste. Aunque cada día nos regañe más, le gusta estar con sus nietos. Siempre poniendo motes a la gente. Las veces que nos habrá llamado Bartolo. También son famosos sus refranes, que aún siendo grandes todavía nos tomamos la castaña de los montes de Tolosa. Y por cierto abuelo, algún día nos tendrás que decir que es lo que hay en Vilches para que cada vez que nos vayamos de casa nos preguntes que si vamos a ir. Su gran pasión son los toros, que no perdona ni una corrida. La verdad que se nos hace difícil imaginar el hombre serio y recto que dicen era de joven, con lo bueno y cuidadoso que ha sido siempre con nosotros, si no que te pregunten por cuando le tuviste que cambiar el pañal a Julio.
Queríamos daros las gracias por tantas cosas que no terminaríamos nunca. Por cuidar de los más pequeños cuando salen a jugar a la puerta. Por acoger a los valencianos cada vez que vienen al pueblo. Por cuidar de nosotros siempre que lo hemos necesitado. Por malcriarnos en su justa medida. A ti abuelo por esos paseos por el molino con la Leona y Pancho, por todas las bolillas de anís que nos has dado y porque siempre nos sacas una sonrisa. A ti abuela por tus cuidados y tus comidas. Que aunque no lo creáis, siempre tomamos vuestros consejos. Y que si miráis a vuestro alrededor y os sentís orgullosos de lo que veis, sentiros orgullosos de vosotros mismos porque todo es gracias a vosotros. Ojala algún día signifique para alguien lo que vosotros significáis para mí o cualquiera de nosotros.
Por último deciros que no discutáis tanto, que aunque sabemos que muchas cosas os las decís por decir, queremos que estéis siempre felices y contentos porque no os merecéis menos de eso. Y para ello debemos ayudar todos. Ya habéis hecho más que suficiente por nosotros y ahora nos toca a nosotros cumplir, y seguramente os conforméis con mucho menos que nosotros.
Ahora que ya lleváis más de 50 años juntos, compartiendo la vida, pedirle al Señor que os dé fuerzas para pasar estos últimos años con salud y disfrute. Que seguro aún os quedan muchas experiencias por vivir los 2 juntos, o mejor dicho, los 20 juntos.
Abuelo, Abuela. Gracias.
Os quieren. Vuestros nietos.
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