Como si de una inocentada maquiavélica se tratara, el pasado día 28 dejo de emitir el canal ccn+. Y aunque estemos en unas fechas tan señaladas, hay cosas que no se pueden obviar. Es triste. Y lo es mucho. Sobre todo por cuando ahora sintonizas ese dial donde antes podías informarte, aprender y por supuesto escuchar, escuchar a grandes comunicadores como lo son Antonio San José y, como no, Iñaki Gabilondo, ahora puedes ver un ojo rojo, como inyectado en sangre que son como se te ponen si escuchas la melodía de fondo durante diez segundos, y mucho cuidado que te puedes convertir en uno de ellos.
Las excusas que han puesto los nuevos dirigentes de Prisa son básicamente que ese canal no es sostenible. Supongo que se referirán a que como no insultan, no se gritan entre los tertulianos y hablan como personas normales y como no se lían de merienda para cubrir la mitad del programa pues eso es lo que no es sostenible. Y no lo es porque nadie lo ve. Muy poca gente de la que ahora pone el grito en el cielo sobre el cierre de la cadena, sabe algo sobre la programación de dicha cadena. Y ojo, empezando por mí. El dicho de que no valoras algo hasta que no lo tienes, más cierta que nunca.
Mi cabreo aumentó más ayer cuando leí la lista de los diez presentadores mejor pagados en España. Seis de ellos trabajan para la cadena de Fuencarral. Ana Rosa Quintana cobra 4 millones de euros al año. Jesús Vázquez cobra 3.5 millones de euros al año. Jordi González cobra 2.5 millones de euros al año. Y la princesa del pueblo y de la incultura Belén Esteban cobra 1.2 millones de euros al año. Y luego se quejan de lo que cobran los controladores. Ahora decirme como es posible esto si luego preguntas a quien sea y te dice: "Es que de verdad, que asco de Sálvame y La Noria. Todo el día con lo mismo ya cansa". O el típico: "Yo esos programas no los veo". No los verán, pero tienen una opinión con fundamentos sobre "La Campa".
Y es que andaba yo pensando, que ésta es la sociedad que tenemos porque así lo queremos. Queremos ver a gente humillarse y ponerse en ridículo como hacen cada tarde en Sálvame. Queremos ver la vacía y pordiosera vida que tienen los demás para no ver que es el reflejo de la nuestra. Los reflejos son juegos de espejo.
PD: La foto, cuyo póster seguro que habéis visto en más de un sitio, va dedicada a la mujer que aparece, Geraldine Doyle. Esta imagen se convirtió famosa en la II Guerra Mundial por reivindicar el trabajo de la mujer. Quería ponerlo para que el año que viene seamos un poco más reivindicativos con las cosas y luchemos por ellas.
Feliz año.
Totalmente de acuerdo. Eso sí, en parte entiendo a los de Telecinco S.A., porque como su propio nombre indica, es una empresa; y a la vista está que esa fórmula funciona a las mil maravillas en este país.
ResponderEliminarPásate luego por el Bazar que tengo una oferta de trabajo muy suculenta y que viene al caso de todo esto.
Por cierto, me gusta tu salón de la fama del blog!!
Un abrazo!!!