reflexión personal en alto...

Como todo el mundo que siga mas o menos las noticias a menudo sabrá, no hace mucho tiempo, fue elegido el nuevo obispo de San Sebastián, monseñor munilla, el cual pese a contar con un 77% de rechazo entre los sacerdotes guipuzcoanos, salió elegido gracias a su gran relación con Rouco Varela. Y mirar por donde, esa gran mayoría de los representantes de la iglesia no se equivocaban al negarle tal ascenso.

Ayer, en declaraciones a la cadena ser, un dia en el que el mundo estaba consternado por lo ocurrido en Haití, un país donde el 80% de la población está en el umbral de la pobreza(esto es, cuando se levantan por la mañana no saben si ese día van a comer) y donde los muertos se cifran por encima de los cien mil fallecidos, el representante de la iglesia en San Sebastián declaró "que existen males mayores que el que está sufriendo el pueblo de Haití". Sobre todo destacando: "nuestra pobre situación espiritual y nuestra concepción materialista de la vida". Por supuesto que todo el mundo ajeno a la iglesia tiene una situación espiritual pobre, pobrísima diría yo, por eso no se consternan ante tal desastre y se preocupan más por su situación personal o por la de su "empresa", y por supuesto su concepción materialista de la vida y por eso no donan dinero para ayudar al pueblo de Haití.

Ahora bien, que dinero ha donado la iglesia al desastre?
Seguramente que la sociedad de hoy día no es la mejor, ni de lejos, pero una cosa si es verdad y es que ante este desastre la comunidad internacional ha sabido reaccionar perfectamente y han dejado a un lado durante un tiempo su pobreza espiritual y preocuparse por lo que de verdad importa. Este hombre representa la clase alta de la iglesia, si es que se le puede llamar asi, iglesia. En mi mente todavia hay un atisbo de esperanza de que la iglesia en su conjunto no es asi, si no que son las personas de la iglesia y los que no(pese a su pobreza espiritual) que cooperan con los más necesitados, y no se pavonean ante todo el mundo sin posible replica ni castigo.

En mi opinión, una verguenza estas declaraciones en este momento, pero eso si, con riqueza espiritual.