Lo que aquí comento no quiero que se entienda como una ofensa a la iglesia o para con sus feligreses. Quien me conozca sabrá de mi pasión por algo tan devoto como es la Semana Santa, pero lo que he vivido esta tarde, en mi propia casa, gracias a la parroquia de mi barrio, roza el esperpento.
Empezando por que llevamos una semana donde todas las tardes, sin excepción, desde las 4 30 o 5 de la tarde, el señor que está al cargo de dicha parroquia, la de Nuestra Señora de Fátima, pone un disco con canciones eclesiásticas, salmos, y todo el repertorio del que se ha aprovisionado, el cual os digo que ha sido corto. Por cierto este señor no es ni cura, ni parroco, ni seminarista. Nada. Una persona normal.
Pero esta tarde hemos tenido una actuación en directo y en exclusiva para todo el barrio. Y gratis. Este otro señor si es párroco, aunque de otro barrio, pero se siente con fuerzas de lucirse en todas partes. Al cual no se le ha ocurrido otra idea que hablar, en directo y con un discurso de cosecha propia, con el megáfono instalado en la iglesia, por el cual salían esos cantos tan propicios para la hora de la siesta, y así amenizar la tarde. Entre las perlas que he podido escuchar mientras intentaba estudiar han estado el cómo le tenemos que explicar a un musulmán o a un protestante como hacerse católico. En lo que cree un católico. Y ha echo incapié, alzando la voz, en como un niño no iba a hacer la comunión. Imaginaros lo ameno del discurso, que dos señoras se han dedicado a mirarme mientras esperaban a la virgen. Por un momento he pensado que me conocían y he estado a punto de invitarlas a merendar. Al final me decantado por bajar la persiana y abrasarme en mi habitación.
Llegadas las 9 horas, hora de salida de la procesión, pensaba que lo peor habia pasado. Pobre de mí. Un pestazo a incienso presagiaba lo peor. Me parece muy bien que en las procesiones haya incienso, pero el hombre de las canciones iba oculto en una nube. De verdad creerme que no exagero. Luego he podido ver a la virgen. Lo único bueno e importante de todo esto. Por primera vez la han sacado a hombros y estaba preciosa. Pero justo cuando pensaba que toda la tarde de sufrimiento había merecido la pena, ha aparecido en escena el señor de los petardos. ¿Su función? Tirar petardos. ¿Para qué? Pues para tirar petardos! Porque de verdad que no le he visto ninguna otra función.
El señor de los petardos, cuando aún faltaba una hora para que se metiera la procesión se le ha ocurrido la genial idea de ponerse delante de la capilla ha tirar más petardos. Ha tirado 32 petardos. En 55 minutos. Pero esta vez no venia solo. El hombre de las canciones se le ha ocurrido otra genial idea, acompañar durante esos 55 minutos los petardos con redoble de campana. Y os estoy hablando de las 23:30 de la noche.
Me niego a pensar que para celebrar algo como el día de una virgen, de un barrio o de una parroquía haya que estar aguantando durante mas de 2 horas al hombre que habla, el de la música y al de los petardos. Me niego a pensar que la virgen quisiera ir acompañada en su día con dos reinas del barrio de dudosa reputación( la joven, de dudosa reputación según me ha informado una de las cotillas del barrio que nunca falta a estos acontecimientos, llevaba menos ropa que yo cuando me baño, y la mayor es conocida, gracias a una amiga de mi informante, por pegar al marido y mandarlo a la cuadra a dormir. Gracias a dios el hombre pasó a mejor vida ha añadido. Supongo que por eso estaría allí su viuda), y me niego a pensar que la virgen quisiera darnos clases de "moralidad", porque creo que el que tiene mucho que aprender es el hombre que habla, a través de un megáfono mientras paseas por la calle.
Con todo esto, mi tarde de estudio ha sido nefasta, mi padre no ha podido descansar gracias a estos tres hombres, y las dos señoras se han ido sin merendar. Mañana hablaré con la virgen seriamente.
jajajajaja
ResponderEliminarIncreible, no he podido parar de reir"
Gracias por escribir!
q drama Javi a esos señores se les deverian de mandar a un centro de reposo,como se decia antes,yo creo q no somos nadie para decidir sobre los demas.
ResponderEliminarM gusta mucho como t espresas en la escritura